Una receta muy práctica ya que puedes hacer la masa hasta con dos días de antelación, e incluso tenerla congelada y emplearla cuando quieras. Solo tendrás que dejarla en la heladera unas horas antes, cortarla en rodajas y hornearla como se indica.

Ingredientes

• 2 ½ tazas de queso cheddar rallado
• 150 g de manteca ablandada
• 2 tazas de harina
• ¾ cucharadita de sal
• ½ cucharadita de pimienta de cayena (opcional)
• 2 ½ tazas de arroz inflado
• Nueces pecanas

Preparación

1. Bate en un cuenco la manteca y el queso hasta que se mezclen bien, mejor con varillas eléctricas o con batidora de dobles varillas. En otro bol, mezcla la harina, la sal y, si quieres que las galletas tengan un toque picante, la cayena.
2. Incorpórala gradualmente a la mezcla de queso, batiendo con las varillas. Por último, agrega el arroz inflado y remueve con una espátula hasta integrarlo. Vuelca la masa en la superficie de trabajo ligeramente enharinada y amásala un poco con las manos.
3. Divide la masa en dos partes iguales y forma dos cilindros de unos 18 cm con cada una. Envuélvelos en film transparente, retorciendo los extremos del film en sentido contrario como si fuera la envoltura de un caramelo. Reserva la masa en la nevera al menos una hora, pero mejor toda la noche.
4. Precalienta el horno a 180°C. Retira el film de los cilindros de masa y córtalos en rodajas de 6 o 7 mm. Dispón los discos obtenidos en una o dos bandejas de horno forradas con papel vegetal, separados entre sí.
5. Coloca en el centro media nuez y hornea las galletas de catorce a dieciséis minutos, hasta que estén doraditas. Retíralas y trasládalas, con el papel, a una rejilla para que se enfríen.